Bienvenidos!

Desde agosto de 2008 en El Calafate, hoy estrenando este blog, un medio más para compartir un poco de todo... y de tod@s.



lunes, 27 de junio de 2011

Cambio de muebles.

Ayer un amigo me dijo que quería un cambio en su vida: "quiero un cambio en mi vida, quiero cambiarla y no se como". Me lo confesó casi gritando al mismo tiempo que se sentaba en un silla de mi cocina. A la tarde fui a tomarme unos mates con el y devuelta el mismo deseo: ¿y si pongo la mesa así? ¿el sillón allá? Y me qude pensando que muchas veces en esas crisis uno busca cambiar cosas, las mujeres (y algunos hombres) vamos a la peluqueria y nos podamos las cabezas! o vamos de compras y compramos cualquier boludez que terminan guardadas en el ultimo cajón del mueble de la cocina; otros cambian los muebles de lugar, y las mas extremistas cambian el marid@, novi@, concubin@, pareja, hombre, mujer. Me pregunto entonces ¿si uno se cansa de la vida que lleva o de las personas? si cambiando los muebles de lugar, ¿nos creemos que nos cambia la vida? por supuesto que no, pero evidentemente ante estas reacciones uno demuestra que esta necesitando un cambio pero ¿de que? "este pueblo me ahoga" fue otras de sus expresiones ese día, y otra vez me quede pensando ¿por que un bello lago turquesa y frío, unas montañas hermosamente nevadas y este viendo fuerte que no deja de soplar puede estar ahogandolo? Tal vez el cambio que este amigo esta buscando es otro lugar para vivir y no para sus muebles, por supuesto que no lo alenté a eso porque lo quiero conmigo pero voy a estar a su lado hasta que decida que cambio quiere hacer y espero que ese cambio no me incluya a mí. Por eso este fin de semana me voy a la casa de mi amigo a ayudarlo a correr el sillón y cuando él termine de hacer esos cambios que quiere, y yo de ayudarlo, nos sentaremos agotados en el sillón grande mirando nuestro trabajo terminado. Y ahí comenzaremos a pelearnos como niños por quien prepara lo mates. Pero igual estoy alerta, atenta, a que cuando se acostumbre a los muebles acomodados de esa manera el deseo de cambio vuelva... en mí o en él.

No hay comentarios:

Publicar un comentario